08 diciembre, 2010

Por que deje de escribir?

Esa es una pregunta interesante...

Siendo que me han pasado tantas cosas buenas en este último año y medio!

Retomare el blog? reiniciare otro?

Quizas no sea necesario hacer otro, para que?... pero es dificil retomar, por donde empiezo? es un año y medio de aventuras y nuevas experiencias. Quizas no sea necesario tratar de retomar todo desde un principio y contar mi último tiempo como en un libro de cuentos. Quizas solo deberia comenzar por lo que me motivo a retomar el blog... buena idea :)

Hace unos dias recibi un correo electronico bien especial. Era de una cubana que vive en Miami con su esposo y sus dos hijos. Razones familiares y economicas los llevaron a emigrar a USA hace un año. Los dos son profesionales pero no han podido ejercer sus profesiones, lo que los tiene muy frustrados... lo que me recuerda mi estadia en USA... profesionalmente hablando.

Bueno, buscando informacion y alternativas de trabajo en blogs y otros sitios encontró el mio por casualidad. Se animó a escribirme y ya hemos intercambiado dos correos contandonos un poco de las historias vividas. Algunas coincidencias nos llevan a empatizar la una con la otra. Es asi que me dijo que quedó con ganas de seguir leyendo sobre nuestras aventuras por el mundo, que por qué no retomaba mi blog... y aqui estoy, sentada en mi estudio, frente a mi pantalla, escribiendo mis pequeñas historias otra vez.

No contaré detalles de su vida porque no tengo el permiso, pero si diré que le agradezco que me haya escrito y me haya motivado a continuar con mi blog. Me encantará seguir "conversando" con ella e intercambiar experiencias, las dos somos madres, las dos estamos casadas, y buscamos el bienestar nuestro, como mujeres, y el de nuestras familia.

Bueno... tengo una nueva amiga por el mundo. A nadie le hace mal un amigo mas :)

28 julio, 2009

Desde Sydney hasta Wellington

Dejamos San Diego para partir a Sydney. Un viaje sin escala de 15 horas nos trajo a esta encantadora ciudad. Aunque sólo estuvimos 4 días ahí fueron momentos inolvidables. Nuestro avión llegó alrededor de las 6:30am. El amanecer nos recibió como señalando el comienzo de una nuevo día y una nueva vida. Pudimos apreciar a través de una camara en la cola del avión como nos acercabamos al aterrizaje. Eso fue genial.

Dado a la diferencia en los horarios dejamos USA el dia miércoles y llegamos a Sydney el día viernes. Oh no! perdimos un dia de nuestras vidas!. Nunca podré contarles que hice el dia jueves 25 de junio del 2009, porque literalmente no hice nada, no hubo día, no existí. :)

No estaba tan frio como esperabamos, por suerte el clima durante todo el fin de semana estuvo ideal para pasear y turistear. Dedicamos el viernes a conectarnos con la familia, comer, descansar (lo que implica dormir para mi) todos los demás se mantuvieron despiertos todo el día menos yo. Tuve que tomar mi siesta. Gracias a las 12 horas seguidas que todos dormimos, las primeras noches, el jetlag o el trastorno del cuerpo dado al cambio de horario, no fue tan dificil.

Nos hospedamos en uno de los populares Backpackers Hostels, lugares dedicados a los mochileros. Generalmente lleno de jovenes pasando la noche o algunos días mientras recorren Australia. Se caracterizan por ser baratos, con cocina y baños compartidos y camas bien simples. Obviamente nosotros, una familia de rasgos latinos con niños, rodeados de jovencitos rubios, llamabamos la atencion.

El día sábado fue genial, teniamos una cita especial: nos juntamos con mi amiga Marianela y su esposo Niran, a quienes conocería en persona por primera vez. Mi amiga Marianela, como he contado anteriormente en este blog, es una chilena radicada en Australia por muchos años. Nos conocimos por nuestro común interes en el Punto Cruz, y con el tiempo hemos notado muchas más cosas en común. Paseamos por el area llamada The Rocks, donde estan las principales atracciones de Sydney como el Opera House y el Puente de Sydney. De hecho caminamos sobre el puente :)

Almorzamos en el encantador Chinatown, exquisita comida, agradable compañía, precioso lugar. Que más puedo decir... simplemente un día genial.

El día domingo volvimos al barrio de The Rocks, ya que habiamos visto el Opera House solo desde el puente y la estacion de tren. Queriamos estar ahi mismo... frente al emblematico edificio. Y lo hicimos, ahi estabamos, a los pies de uno de los centros de arte más famosos del mundo. Que puedo decir, es precioso, obviamente lleno de turistas y camaras fotográficas. El edificio en si es impresionante, construido en hormigón entre los años 1959 y 1973, creado por el arquitecto Jørn Utzon en un estilo Expresionista, con un diseño radicalmente innovador. Fue declarado patrimonio de la humanidad el año 2007.

El lunes fue el día para prepararse para nuestro último viaje, el que nos llevaría a nuestras nuevas tierras y nuestro nuevo hogar. Partíamos a Wellington a las 6:30pm hora local. Como a medio día comenzamos sacando todas nuestras maletas del hostal para buscar como movilizarnos al aeropuerto. Nos pasó que al llegar y al dejar el hostal los transfers nos ponian malas caras por llevar TANTAS maletas. Uno de ellos nos dijo: se van a quedar varios meses por aqui? y el Seba le dijo: No, nos vinimos a vivir aqui! Que podiamos hacerle, nuestras vidas iban en esas maletas... es una dificil tarea la de seleccionar que va contigo y que queda atrás.

Esta vez llegamos con tiempo al aeropuerto asi que encargamos las maletas con calma a travez de un servicio de cargo y partimos con maletas con las cosas mas basicas. Embarcamos sin problemas, excepto por la revisión de un oficial por la falta de un número en el visa de Sebastian (el aeropuerto tambien lo notó al llegar pero supuestamente lo arreglaron) Tras una simple conversación logramos embarcar.

Y ahi vamos camino a Wellington... a esta altura no te conocemos, solo te hemos visto gracias a los mapas, sabemos de las estadisticas de tu clima, el tipo de gente que podemos encontrar y que algun futuro desconocido nos deparas. Te convertirás en nuestro hogar y por eso, de algun modo u otro, ya siento algo por ti...

16 julio, 2009

Nuestra salida de San Diego

Comenzamos la odisea el día martes antes del viaje, día en el que decidimos entregar el departamento y quedar libres para el día del vuelo. Lamentablemente, y cosa que se nos escapó de las manos, muchas cosas chicas quedaban dando vueltas en el departamento hasta última hora. Fue un día de locos sacar y sacar cosas de la casa, ya fueran para el basurero, para donación o de regalo a una amiga que vivía muy cerca. Acordamos la entrega de las llaves a las 3 de la tarde con la dueña. Pero en vista de lo atrasados que estábamos acordamos dos horas más: a las 5pm.

A esa altura ya teníamos casi todo listo y ella misma se asombro al ver que aún teníamos algunas cosas. Cual fue nuestra sorpresa y nuestro sentimiento de desalojo cuando a los minutos llega la nueva arrendataria con su mamá a recibir el departamento… fue estresante al vernos invadidos y apurados. Pero ya teníamos claro que dejamos muchas cosas a última hora.

Finalmente, desalojando a la rápida el departamento nos vimos de repente afuera del condominio, con cosas metidas en una Van que habíamos arrendado y un muchas bolsas y cajas alrededor nuestro. Prácticamente en la calle! Como decía Sebastian en ese momento nuestra vida estaba metida en esa Van.

Nos quedaban algunos “tramites” por hacer ese mismo día, debíamos entregar algunos encargos de última entrega, como unos pisos y unos colchones inflables. Pero la cita era alrededor de las 8 de la noche, así que, para hacer hora, llevamos a Sergio a despedirse y pasar los últimos momentos con su polola. Ya se habían despedido el día anterior, pero ya que teníamos tiempo lo llevamos para que pasaran unos minutos mas juntos.

Después de esta última cita y de hacer nuestras entregas pasamos la noche en un Motel en San Diego. No muy lejos del centro de la ciudad.

Al día siguiente, tomamos nuestra Van arrendada, llena de nuestras mas queridas y necesitadas pertenencias, y partimos rumbo a Los Angeles, desde donde partía el avión hacia nuevas tierras. Debo confesar que al mirar por última vez los ya conocidos paisajes de San Diego por la carretera I-5 me emocioné. Pasamos gratos e importantes momentos en esta ciudad, aprendimos muchas cosas nuevas e hicimos nuevas amistades. Creo que uno deja parte de su energía o de su ser en los lugares en los que vive, por lo que algo de uno queda por siempre ahi y San Diego fue nuestro hogar por los últimos dos años y medio. Florencia prácticamente no recuerda su vida en Chile, era muy chica cuando lo dejó, por lo tanto su corta y recordada vida ha transcurrido aquí, y Sergio hizo queridos amigos y estableció una relación, lo que lo lleva a nuestra nueva aventura muy triste. Y a nosotros también.

Aprovechamos el día en LA comiendo en el Little Tokio y llevamos a los niños a jugar en el famoso Muelle Santa Mónica. A la hora de la partida se nos aprieta la guata y comenzamos a dimensionar que nuestra odisea está por comenzar.

La hora del aeropuerto fue de locos. No calculamos muy bien la hora, asi que llegamos un poco justos, además teníamos que acomodar un poco algunas cosas en las maletas y gracias a una pesa de mano distribuimos el peso para no pasarnos de los límites permitidos para cada pieza. El counter de nuestro vuelo estaba lleno, mucha gente y nosotros con muchísimas maletas. Cuando recién nos desocupamos con el chequeo de las maletas ya era hora de ir a nuestra puerta y embarcar. No hubo tiempo de cambio de ropa o de comer algo, cosa que habíamos pensado. Corrimos todo ese tiempo, y pudimos respirar solo al sentarnos dentro del avión.

Muchas veces nos miramos a los ojos con Sebastian y decimos: por que estamos tan locos?… esto de los viajes y los cambios, de vender y dejar todo en un lugar, cosas que te toman tiempo y sacrificios lograr y buscar otro rumbo, partir con lo justo y necesario… Quizás es el afán de lograr en la vida cosas más allá de lo material, de las “cosas” que podemos obtener. Nunca nos ha motivado el buscar el éxito en hacernos ricos u obtener lo mejor o más caro. Claro que nos gusta darnos nuestros lujos, pero es algo que va más allá. Nos gustan los viajes porque nos encanta mirar y apreciar la belleza de otros parajes, nos gusta aprender porque así puedes compartir más objetivos en común y como persona creces y obtienes experiencias nuevas; y nos gusta explorar, conocer gente y otras realidades.

Esperamos que todo este gitaneo traiga grandes beneficios a nuestros hijos, nosotros podemos decir que nos llena y nos gusta, pero a ellos nosotros los llevamos “obligados”. Supongo que con esto inculcaremos el bichito de la aventura, el gusto por los viajes y la curiosidad de conocer más allá de sus horizontes. Lo que me parece fascinante ya que yo en mis años mozos ni abría imaginado conocer ni Buenos Aires! Hasta que descubrí mi alma patiperra al empezar a viajar con Sebastian. Pero por otro lado no quiero que pierdan su identidad, sus raíces, puede pasar, que al volver a Chile no lo reconozcan como su casa, cosa que ha pasado con personas que dejan su país a muy temprana edad. El tiempo lo dirá.

Seguramente muchos dirán que no serían capaces de las cosas que hacemos, y es cierto que hay otros que si lo son, como nosotros. Como dijo mi amiga Carmen somos tal para cual, porque hace muchísimos años yo le dije a Sebastian que lo seguiría hasta la China… hasta ahora no me ha propuesto ese destino, pero uno nunca sabe 

Esta historia continuará...

14 junio, 2009

Florencia lista para el viaje

Cuando estaba reordenando las cajas empacadas Florencia me preguntó que estaba haciendo, y le respondí que estaba viendo que cosas llevariamos a nuestra casa nueva. Y se sumó a la tarea y reunió las cosas que ella se llevará. Su equipaje consiste en su Minano (una hipopotama rosada, regalo de su tia para la navidad en que tenia un año, y de la cual no se separa y duerme cada noche) su Nemo (regalo de su papa) una muñeca (regalo de cumpleaños) y sus dos Barbies (Mulan y Bella) Todo esto dentro de su pequeña mochila rosada de princesas. :)